Capital Humano es el término que usan los economistas para la educación, salud y otras capacidades humanas, que cuando aumentan producen incrementos de la productividad. Podemos hacer una analogía con la inversión en capital físico. Después de haber hecho una inversión inicial, la expansión de la educación y las mejoras en la salud de los trabajadores generan un flujo de ingresos futuros. Por lo tanto, podemos deducir una tasa de retorno y compararla con la de otras inversiones.
El retorno de la educación es un concepto que se refiere a los mayores ingresos derivados de haber alcanzado un mayor nivel educacional, que podemos medir tanto en valores absolutos (en unidades monetarias) como en porcentaje, lo que implica calcular la tasa de retorno de la educación.
Así podemos calcular el retorno de los diversos niveles educativos: educación primaria, secundaria, superior y de postgrado.
Para calcular el retorno de la educación debemos comparar el mayor flujo de ingresos de la educación adicional con sus costos directos e indirectos.
Haber alcanzado un mayor nivel educacional se asocia a mayores ingresos. Por ejemplo, en Chile se observa el siguiente perfil de ingresos por nivel educacional, según datos de la última encuesta suplementaria de ingresos (ESI 2021). Claramente se observa cómo aumenta el ingreso promedio y mediano con el nivel educacional.
El ingreso adicional es la diferencia entre los flujos de ingreso de dos niveles educacionales. Por ejemplo, los ingresos de alguien con educación media completa vs educación superior completa.
Dado que se trata de flujos futuros esperados, debemos descontarlos usando una tasa de descuento. Esta tasa hace comparables los valores futuros con los presentes, y refleja el costo de oportunidad y riesgo de la inversión. también refleja qué tan impaciente somos, es decir, cuánto valoramos el futuro en relación al presente.
Una vez que tenemos una estimación del ingreso adicional de alcanzar un mayor nivel educacional, debemos restar los costos de estudiar, que son de dos tipos: directos e indirectos.
Los costos directos son las matrículas, aranceles, libros, materiales, uniformes, etc.
Los costos indirectos son los ingresos a los que se renuncia por estudiar. La persona en vez de estar estudiando podría estar trabajando y generando ingresos, a los cuales renuncia por estudiar, esperando obtener a cambio un mayor flujo de ingresos futuros.
La tasa de retorno de la educación será mayor:
Si eres un estudiante o potencial estudiante, debes considerar qué tan larga y cara es la carrera, y cuánto más puedes esperar ganar en el futuro. Si te atrasas en tus estudios, no sólo deberás pagar un año más de educación, sino que también estarás perdiendo un año completo de ingresos. Estos factores y otros son importantes en el momento de decidir qué y dónde estudiar.
Todaro and Smith. 2015. Economic Development. Pearson.
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