La literatura económica ha mostrado empíricamente que la confianza de los consumidores es útil para predecir las fluctuaciones del consumo agregado. Existen varias razones para explicar por qué.
La primera, es la Teoría Adaptativa del Comportamiento del Consumidor (Katona, 1968), que da sustento a los indicadores de confianza de los consumidores. Según esta teoría el gasto de los consumidores depende de dos aspectos, la capacidad y la voluntad de comprar. La capacidad de comprar se refiere al ingreso de los consumidores, así como también a su riqueza y acceso al crédito, mientras que la voluntad de comprar es un componente subjetivo, que depende de las percepciones de los consumidores respecto de sus finanzas personales y de la economía en general (es decir, la confianza de los consumidores).
La segunda teoría es la del Ahorro Precautorio, en que los consumidores toman sus decisiones de consumo en respuesta a la incertidumbre respecto de su ingreso futuro (la confianza de los consumidores). Si los consumidores esperan tener dificultades en el futuro, ahorrarán más en el presente para poder consumir más en el futuro. En otras palabras, intercambian consumo presente por consumo futuro, de forma de suavizar su trayectoria de consumo.
Puede encontrar el código utilizado para hacer este análisis en nuestro GitHub o visualizarlo en Jupyter Notebook Viewer.
¿Qué se observa en Chile?
En el siguiente análisis se compara el consumo agregado con la confianza de los consumidores. El consumo agregado es el consumo total de hogares e IPSFL, obtenido de las cuentas nacionales del Banco Central. La confianza de los consumidores es el IPECO, del CEEN UDD. Dado que las frecuencias de ambas series no coinciden, se usa el promedio móvil trimestral del IPECO como medida de confianza de los consumidores.
En el siguiente gráfico se compara la tasa de crecimiento anual del consumo con la confianza de los consumidores (IPECO). Se usa la tasa de crecimiento anual del consumo para mostrar las variaciones cíclicas que experimenta esta variable, que dependen de la evolución del ciclo económico. Se observa una alta correlación entre ambas series (0.78).
¿Cómo cambia la correlación entre consumo y confianza en el tiempo?
En el gráfico anterior se observa que hay periodos en que la correlación es más alta que en otros, lo que sugiere que la correlación entre consumo y confianza podría variar en el tiempo. Para explorar esta hipótesis, se obtuvo la correlación móvil entre consumo y confianza, usando ventanas de 24 trimestres (6 años). El resultado es el siguiente:
Se observa que efectivamente la correlación cambia en el tiempo. Como mínimo la correlación fue de 0.44, y como máximo fue de 0.84, mientras que en promedio fue de 0.67. Además, se encontró una correlación moderada y negativa entre la correlación móvil y el nivel de la tasa de crecimiento del consumo (-0.50), es decir, la correlación aumenta cuando el crecimiento del consumo se acelera, y viceversa.
¿Cómo se correlaciona el consumo con valores pasados y futuros del IPECO?
A continuación, se analiza cómo se correlaciona el consumo con valores pasados y futuros del IPECO. Si el consumo se correlaciona con valores pasados del IPECO, se podría pensar que la confianza de los consumidores causa los cambios en el consumo (a la Granger).
En el siguiente gráfico se muestra el análisis, donde se encuentra que las mayores correlaciones se dan con el IPECO rezagado tres, dos, uno y cuatro periodos. Es decir, el IPECO sería un indicador líder (leading indicator) de la tasa de crecimiento del consumo.
¿Qué pasa con los otros indicadores de confianza?
En la encuesta del IPECO se miden distintas percepciones de los consumidores, respecto de la situación presente y futura (expectativas), y de su situación personal y en general de la economía. A partir de dichos grupos de percepciones se pueden elaborar cuatro índices.
A continuación, se analiza la correlación entre la tasa de crecimiento anual del consumo, el IPECO y los cuatro índices de percepciones. Se observa que el índice de coyuntura es el que mejor se correlaciona con las fluctuaciones del consumo agregado, y que el índice de expectativas es el menos correlacionado. ¿Podría este resultado sugerir que la teoría adaptativa del comportamiento del consumidor es la que mejor fundamenta la relación entre confianza y consumo?
Por último, se muestra el gráfico de la tasa de crecimiento del consumo agregado (en rojo) y los cuatro sub-índices (en azul):
Conclusiones
El análisis permite ilustrar las ventajas de contar con indicadores como los índices de confianza de los consumidores, ya que éstos claramente se correlacionan con las fluctuaciones del consumo agregado, y son publicados con mayor frecuencia que el consumo (mensual vs trimestral), e inmediatamente después de cada medición, mientras que los datos de cuentas nacionales se publican con un gran rezago. En este contexto, la confianza de los consumidores permite hacer predicciones de consumo, tanto presente como futuro.
Referencias
Katona, G. (1968). Consumer Behavior: Theory and Findings on Expectations and Aspirations. The American Economic Review, 58(2), 19-30.