Herbert Simon: Racionalidad Limitada

¿Cómo toman decisiones las personas? La teoría de la racionalidad limitada de Herbert Simon

¿Quién fue Herbert Simon?

Herbert Simon fue un economista estadounidense que ganó el Premio Nobel de Economía en 1978 por su trabajo sobre la racionalidad limitada, la toma de decisiones y la inteligencia artificial. También hizo importantes contribuciones a la psicología cognitiva, la teoría de juegos, el análisis económico y la política pública.

Además de sus contribuciones a la economía, Simon fue un defensor del enfoque interdisciplinario en la investigación. Su obra influyó en diversas disciplinas, desde la ciencia de la computación hasta la administración y la psicología.

¿Qué es la teoría de la racionalidad limitada?

Según el modelo de racionalidad limitada, las personas no son capaces de tomar decisiones óptimas para cada problema, sino que usan heurísticos o reglas generales, que les ayudan a simplificar la complejidad y a reducir los costes de búsqueda de información. Estos heurísticos pueden ser útiles en muchos casos, pero también pueden generar sesgos o errores en el razonamiento.

Simon argumentó que la racionalidad limitada se debe a tres factores: (1) la información disponible, (2) la limitación cognitiva de la mente individual y (3) el tiempo disponible para tomar la decisión. Estos factores hacen que las personas no puedan procesar toda la información relevante, ni anticipar todas las consecuencias de sus acciones, ni tampoco explorar todas las posibles alternativas. Por eso, las personas recurren a métodos heurísticos que les permiten resolver problemas más rápido y con menos esfuerzo.

La teoría de la racionalidad limitada ha tenido una gran influencia en las ciencias sociales, especialmente en la economía y la psicología organizacional. Ha sido aplicada para explicar fenómenos como el comportamiento del consumidor, el juicio profesional, el liderazgo, la toma de decisiones colectivas o el aprendizaje organizacional.

Ejemplos de racionalidad limitada

– Un consumidor puede necesitar decidir entre tres tipos de postre. Es posible que tenga que considerar muchos factores, como el tamaño, el sabor, el precio, la disponibilidad, etc. Sin embargo, no puede procesar toda la información relevante ni anticipar todas las consecuencias de sus acciones. Por eso, recurre a un heurístico que le permite elegir el postre más fácil o más rápido.

– Cuando una persona está comprando comestibles en el supermercado, no suele realizar un análisis exhaustivo de todas las opciones disponibles. En cambio, puede tomar decisiones rápidas basadas en experiencias pasadas, promociones actuales o marcas de confianza, lo que refleja un enfoque de racionalidad limitada.

– Un estudiante, al elegir una carrera universitaria o un trabajo después de terminar sus estudios, no sabe cuáles son las opciones más adecuadas para sus intereses y habilidades. Además, puede enfrentar limitaciones económicas o sociales que dificulten su acceso a ellas. Por eso, se guía por sus preferencias personales y por las opiniones de sus familiares y amigos.

– Un ciudadano puede tener que votar en unas elecciones políticas o participar en una manifestación social. Sin embargo, no conoce bien las propuestas de los candidatos ni las consecuencias de sus acciones. Además, puede haber influencias mediáticas o emocionales que afecten a su juicio crítico. Por eso, se deja llevar por el miedo o por la esperanza, o bien, elige el candidato que más le simpatice.

– Durante una entrevista de trabajo, los entrevistadores y los candidatos a menudo toman decisiones basadas en información limitada. Los entrevistadores pueden depender de impresiones iniciales, y los candidatos pueden presentar aspectos específicos de sus habilidades y experiencias para adaptarse a lo que creen que la empresa valora.

Estos ejemplos ilustran cómo las personas a menudo recurren a estrategias simplificadas y toman decisiones basadas en información limitada debido a restricciones cognitivas y de tiempo en situaciones cotidianas.

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